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  • Foto del escritorCarlos Augusto Albán Vela

Sueño Australiano

El tema de la migración enfrenta aspectos psicológicos, sociológicos, económicos, políticos y sociales. Es una mezcla de complejidades que a través del tiempo han sido analizadas, pues es un fenómeno propio de la humanidad. Los nómadas fueron los primeros en vivir esta situación, aunque con la diferencia que su condición de inestabilidad, no generaba un desarraigo tan notorio (supongo).

Pero hoy estamos hablando de las migraciones internacionales y específicamente de aquella que se producen a Australia, como es el caso de los estudiantes internacionales, especialmente latinoamericanos y colombianos que, por razones de nacionalidad, han facilitado este trabajo que estamos adelantado.




Decía el cónsul general de Colombia en Sídney, Nancy Benítez, durante el lanzamiento de nuestro portal 'Mientras Tanto Vivo' que sólo de Colombia hay un registro de 11 mil nacionales en este país. Esto significa que, de alguna manera, Australia ha respondido a la expectativa de encontrar oportunidades, específicamente en el campo económico, pue se estima que el ingreso salarial de una persona puede ser cuatro veces mayor en un oficio a lo que en ocasiones podría ganar en su país ejerciendo una profesión.

Recientemente leía un artículo en The economist, acerca de la migración y me llamaba la atención una frase que decía ‘to make the world richer, let people move’ ‘para enriquecer el mundo, deja que la gente se mueva’. Complementaria diciendo que no hay nada que haga crecer más el espíritu que viajar.

Voy a compartir un aparte del artículo escrito por Robert Jules, de la edición del pasado 14 de noviembre en The economist.

“Bajo una sombrilla improvisada junto a un lecho de río medio seco en la isla indonesia de Java, Eddie Sebastián está tomando un descanso para almorzar. Hace calor y está cansado. Gana $ 2 por día recolectando piedras, rompiéndolas con un martillo y vendiéndolas como material de construcción. Cuando se le pregunta si tiene mejores herramientas, dice: "Nuestro equipo más avanzado es esa ‘carretilla elevadora ‘". Está apuntando a una carretilla oxidada.

El talento del señor Sebastián se desperdicia. No solo porque sería un buen comediante, sino también porque nació en el lugar equivocado. Si viviera en un país rico, estaría operando una excavadora mecánica y ganando $ 20 por hora en lugar de $ 2 por día.”

Esta mención permite reflejar la realidad de migrantes no solo a Australia, a cualquier lugar de oportunidades.

Esto refleja las diferencias que traen el resultado de haber nacido en un lugar y no en otro, pero también la diferencia que para muchos traer migrar de un lugar a otro.

Conozco varias personas que llevan años viviendo en Australia y se sienten establecidos, con el precio que significa estar lejos de su tierra y de sus seres queridos especialmente, pero han visto crecer a sus hijos, han aportado a la economía de sus familias y han conseguido seguramente lo que no hubiera sido tan fácil obtener en su país.

Pero, para llegar a ese punto, debieron transitar un largo camino, camino que veo como recorren los recién llegados y que me sorprendió en estos casi cuatro meses de permanencia en Sídney a tal punto que cuando decidí hacer el lanzamiento de mi portal en esta ciudad, sentí que ese era el tema obligado a tratar. Y lo era especialmente, porque el propósito de Mientras Tanto Vivo, es mostrar realidades humanas de diferentes lugares del mundo y aportar para que quienes enfrenten situaciones difíciles, puedan encontrar un mejor bienestar.

Australia se ha convertido en una opción de oportunidades y existen, pero hay unas realidades que deben ser visibilizadas. De lo positivo, hay muchas entidades que ofrecen traer personas al país y se encargan de mostrarlo. Es verdad, Australia es un lugar que abre caminos, pero hay unas realidades que deben ser visibilizadas para que su comienzo por este país sea menos traumático.

El otro día, en una página que reúne colombianos radicados en Australia en Facebook, un joven anunciaba su llegada a Sídney y la respuesta de un nacional que llevaba más tiempo en esta ciudad fue: “Bienvenido a los juegos del hambre”. Un comentario muy fuerte para darle la bienvenida a alguien que vendría a vivir a uno de los países con uno de los mayores índices de felicidad del mundo.

Este saludo de bienvenida fue un detonante para que hoy esté hablando de este tema, para quienes no saben, los ‘Juegos del Hambre’ es una novela que se convirtió en una saga cinematográfica. Todo ocurre en una nación (estadounidense) que ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los ‘Hunger Games’, unos juegos que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a muerte, en la que sólo puede haber un superviviente.

Lo que voy a decir a continuación no obedece a un estudio minucioso, pero sí a conversaciones directas con personas que trabajan con migrantes en este país a nivel gubernamental, a nivel fundacional, a conversaciones con jóvenes que se han ido y otros que se han quedado. Una de las fuentes es el padre Ignacio del cual aparece una entrevista en el blog de Mientras Tanto Vivo, un sacerdote de Brisbane que trabaja con jóvenes migrantes. Esa es la invitación a seguir el blog.

La visión que tiene el joven cuando migra Australia no corresponde a la realidad a la que se enfrenta. Hablo del que llega a buscar futuro, con recursos económicos justos y con la ilusión de trabajar, estudiar y hacer del sueño australiano, una realidad.

¿Cuáles son los imaginarios de ese sueño antes de su llegada?

· El joven cree que llega e inmediatamente consigue trabajo. La verdad es que es un proceso que lleva tiempo.

· Debe tener una reserva presupuestal que le permita pagar sus gastos básicos mientras logra encontrar empleo.

· En muchas oportunidades llegan después de que, en el país de origen, reúnen dinero para que pueda venir o hacer un crédito. Esto lo obliga a trabajar en lo que sea y en muchos casos, con salarios inferiores a los esperados para devolver los préstamos.

· El confort de su casa se pierde por un largo periodo de tiempo y en algunos casos, los migrantes deben vivir en condiciones de hacinamiento.

· Hay una invalidez, provocada por no dominar el idioma, para ello es necesario que las personas traten de llegar con unos conocimientos de inglés, que le permitan ahorrar tiempo y dinero, pero sobre todo tranquilidad. Igual como dicen en las escuelas, es un tema de práctica, pero hay casos de jóvenes que llegan con muy bajos conocimientos.

Un día hable con una mujer muy interesante y me dijo que yo era interesante, pero que ella no era profesora de inglés. Otra me dijo que no me llevaba a una reunión, pues nadie hablaba español. Hay que estar dispuesto a sentirse un poco analfabeta, pero también entender que es transitorio para algunos, pero que existe la barrera. Nos sirve de consuelo una frase que escucho con mucha frecuencia: “nosotros estamos aprendiendo un segundo idioma y ellos solo hablan uno”. No opino al respecto.




Existe una caracterización muy típica de muchos colombianos y es el tema de la apariencia, por eso todo el mundo se toma la foto en los lugares emblemáticos, pero no de sus lugares de trabajo, lo que genera en quienes ven las imágenes, un modelo de vida irreal y en muchos casos genera motivación para que otros lleguen. Pero de otro lado también es el placer de disfrutar de los hermosos espacios que tiene este país y para eso son las redes, para mostrarnos, pero más allá de esto, para eso es la vida, para disfrutarla y para gozar lo bonito que tiene y de eso, Australia tiene mucho.

Los jóvenes están mal asesorados en muchos casos y les ofrecen unos paquetes de viaje, que, si bien cumplen con la promesa de una buena formación en el idioma, no se les menciona el entorno del hospedaje o sitio de estudio. Y en este tema me quiero detener, he escuchado que las agencias que venden los planes, no ofrecen mucha información sobre los riesgos. La responsabilidad está en quien planea venir.

¿Y toda esta situación qué trae? depresión, ansiedad, infelicidad, desesperanza, añoranza. Una vez superado el impacto de lo maravilloso del lugar, la realidad se vuelve dura, a tal punto que hay jóvenes que han terminado en clínicas psiquiátricas, se han intentado suicidar o peor aún, se han suicidado.

Otros viven la aventura, aprenden inglés, aprenden de humildad con los oficios que asumen, buscan formas para aplicar a otro tipo de visas o se regresan, tranquilos.

Pero para quienes viven esa mirada desesperanzadora van estas reflexiones:

Luego de esta radiografía la invitación es hacer de estas situaciones una oportunidad. Mientras tanto vivo.

1.-Siéntase orgulloso

Usted es un valiente que logró llegar a un nuevo país a buscar oportunidades. Muchos quisieran venir a estudiar inglés, a trabajar y usted ya está aquí. Viva

2.- Entienda el entorno

Muchos se preguntan:

¿Cómo es posible que éste sea uno de los lugares donde la gente es más feliz y yo soy tan infeliz? Entienda que el estudio hace principalmente referencia a quien nació, creció y lleva muchos años en el lugar. Eso no significa que usted no pueda buscar oportunidades de bienestar y también lo logre.

Conozca de la realidad política del país, de las leyes, de las prohibiciones y no las vea como una limitante, sino como una oportunidad para aprender de nuevos modelos de vida. Abrir la mente permite entender que el mundo que conocemos, en el que crecimos, no es el modelo ideal, es solamente uno entre mil.

3.- El agradecimiento debe estar acompañado del desapego

Usted en otro país valora todo lo que tenía en el suyo, la comidita de la madre, los amigos, el espacio que habitaba. Expréselo, escríbale a esas personas y dele las gracias por todo lo que recibido de ellos. Hacer efectivo el agradecimiento ayuda a minimizar el impacto de la añoranza, pues en muchas ocasiones no expresamos ese sentimiento de gratitud cuando estábamos en nuestro país, pero aún hay una oportunidad.

4.- Tenga redes de apoyo

Conozca qué personas o qué entidades lo pueden ayudar en determinado momento, si usted hace parte de una religión, mire si aquí se congregan y averigüe qué trabajo realizan con jóvenes migrantes. En el caso de Brisbane, por ejemplo, profesionales que en su momento fueron estudiantes internacionales, son lo que ofrecen apoyo de manera voluntaria en la iglesia católica del espíritu santo.

En internet hay grupos de excursiones los fines de semana, conversatorios, encuentros. Vaya y conozca.

Pero igual hay organizaciones sociales que cumplen con este apoyo, especialmente cuando se comente arbitrariedades o abusos físicos, laborales o de discriminación.

5.- Busque referencias

En ese tema las redes sociales juegan un papel muy importante, pregunte por las agencias que apoyan su venida, por los institutos donde han estudiado las personas, establezca comunicación con personas que se han vinculado a sitios donde usted aspira trabajar y esto le ayuda a tener una mejor decisión.

6- No compare

Usted está en Australia, no en su país. Viva en función de lo que tiene, no de lo que le hace falta. Usted llega con su cultura, pero también aprende de la que cultura del lugar que lo recibe.

Piense que es una oportunidad lo que está recibiendo y no una calamidad lo que le hace falta.

7.- Confíe

Es necesario dejar a un lado la prevención y darse la oportunidad de conocer y darse a conocer. En el mundo hay gente de todas las características. La amistad se cultiva en estos lugares, pues los amigos se vuelven la familia.

8.- No muestre el desespero

En algunos espacios nocturnos, empiezas a mirar a las mujeres y hombres latinos, desesperados para casarse y conseguir la visa. Tranquilo, piense que, si le llega una pareja, es para disfrutar el amor, sin importar el tipo de pasaporte.

9.Todo pasa

Entienda que está viviendo un proceso, que todo pasa y que siempre tiene varias alternativas, mejorar su situación, no mejorarla y buscar otras opciones, como por ejemplo regresar. Regresar debe ser entendido como vivir, no como perder. A veces creemos que debemos darle explicaciones a otras personas, cuando nos debemos dar cuentas a nosotros mismos, que fuimos quienes corrimos el riesgo. Y al final todo pasa.

10 - Busque técnicas para relajarse

Sí, a veces las jornadas laborales son agotadoras, pero trate de poner la mente en calma, entre a YouTube, a una meditación guiada, vaya a un centro de yoga o averigüe actividades recreativas en los parques más cercanos. Haga deporte, camine, lugares y ofertas es lo que hay.

11. Escuche

Me decía el padre Ignacio que a veces no escuchamos al otro, y en situaciones adversas eso es muy importante. En esas señales de desamparo puede haber un reclamo de un abrazo, una mano a tiempo, una conversación a tiempo puede salvar una vida. Un día saludé a un latinoamericano de abrazo y me dijo, oye desde hace tres meses nadie me abrazaba. Haga jornadas de abrazos con sus amigos.

12.- Y, por último, que debe ser lo primero:

Mientras tanto viva, sienta que el mundo es una oportunidad y trate al máximo de aprovecharla. Despierte del sueño australiano y al final depende de usted si quiera hacer de él una estupenda realidad o una pesadilla.

Mejor dicho, mientras tanto viva, mientras tanto vivo.

Muchas gracias

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